Si nunca desaparecieran las gotas de rocío en Adashino,
se mantuviera siempre inmovil el humo de la colina de Toribe
y viviésemos eternamente, sin cambiar,
¿ nos podría conmover el encanto frágil de las cosas?
"Las cosas son bellas precisamente porque son frágiles e inconsistentes."
Yoshida Kenko (1283- 1350)
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